La fatiga es uno de los factores de riesgo clave en la producción de nuevas lesiones no traumáticas o en la recaída de otras muchas.
A medida que aparece diferentes tipos de fatiga, las personas pueden cambiar sus patrones de activación muscular para poder seguir realizando sus tareas… y esto, a su vez, puede causar cambios en la cinemática que conduzcan a una carga articular desadaptativa y finalmente a la lesión.
Aunque hay diferentes tipos de fatiga, en este post vas a aprender a valorar la fatiga muscular a través de la actividad muscular.
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Tipo 1️⃣ Fatiga neuromuscular local
Se produce cuando un músculo necesita reclutar más fibras para ejecutar el mismo movimiento o sostener la misma carga. El músculo en concreto es más ineficiente.
¿Cuándo medirla? Cuando un paciente refiere molestias en un músculo concreto después de someterlo a un entrenamiento.
Por ejemplo: Analizamos la fatiga en los isquios para un paciente que realiza una flexión de rodilla en prono sin carga antes y después de un entrenamiento.
Es el mismo movimiento ejecutado con la misma carga y a la misma velocidad. Sin embargo, fíjate en la actividad muscular.
Los isquios después de entrenar necesitan mucha más actividad para realizar la misma flexión de rodilla. Esto supone un factor de riesgo para una lesión muscular.
Otro ejemplo: Ahora nos centramos en la fatiga del recto anterior del cuádriceps en un paciente que realiza una sentadilla isométrica contra la pared.
Fíjate cómo el rector anterior del cuádriceps derecho cada vez necesita reclutar más que el izquierdo para mantener una posición isométrica con la misma carga.
De nuevo tienes delante un factor de riesgo para una lesión muscular
Tipo 2️⃣ Fatiga neuromuscular de repetición
Cuando una persona repite una tarea muchas veces, el músculo agonista de ese movimiento alcanza el máximo grado de actividad muscular, no consigue reclutar más y cede el control de la tarea a otros músculos sinergistas.
Mira que ocurre en la sinergia entre deltoides y trapecio durante una abducción de hombro con muchas repeticiones.
El trapecio superior (sinergista) va robando cada vez más protagonismo al deltoides medio (agonista).
La persona sigue realizando el movimiento, pero con mucha peor sinergia. Es un factor de riesgo asociado a sobrecargas y dolor muscular asociado a actividades laborales que suelen ser muy repetitivas.
3️⃣ Fatiga neuromuscular de tono basal
Ocurre cuando un músculo “trabaja” de forma constante y prolongada en el tiempo a un nivel bajo-medio de intensidad.
En este caso analizamos un paciente que sufre dolor de hombro y cervical y se acentúa cuando conduce. Por lo tanto, simulamos el movimiento de conducir.
El trapecio superior del lado con dolor, el derecho, necesita más actividad muscular para ejecutar esta tarea. Esta alteración de tono basal conduce a fatiga muscular y puede inducir a dolor.
Por lo tanto…
Las alteraciones neuromusculares producidas por la fatiga son un factor de riesgo para el dolor y las lesiones no traumáticas.
Disponer de esta información te permite decidir qué técnicas aplicar para mejorar los síntomas y localizar el posible origen de este tipo de alteraciones.
Es clave que REEDUQUES las funciones musculares alteradas para garantizar una recuperación que perdure en el tiempo.
Si has llegado hasta aquí estás un paso más cerca de dominar el control motor.