La inhibición y la ineficiencia muscular son mecanismos de defensa del sistema nervioso ante una lesión.
La inhibición “bloquea” el músculo que debería activarse durante un movimiento, mientras que la ineficiencia «excita» el músculo más de lo normal para compensar la debilidad de otro/s músculo/s.
Y lo peor es que ambos mecanismos IMPIDEN o RETARDAN el proceso de rehabilitación.
Por ejemplo, si propones usar electroestimulación para AUMENTAR la actividad del suelo pélvico, pero antes no has medido si está demasiado activo, tu abordaje no funcionará y los resultados no serán los esperados con esa paciente.
Igual que si aplicas terapia manual para DISMINUIR la actividad del suelo pélvico, pero NO está activando correctamente, tu abordaje no tendrá mucho sentido y tus resultados volverán a no tener los resultados esperados.
Por lo tanto, si quieres controlar las terapias que usas necesitas distinguir entre inhibición e ineficiencia.
En este post tienes una guía paso a paso para que sepas cómo distinguir entre ambas y si llegas hasta el final, aprenderás un método para abordar con seguridad a tus pacientes en suelo pélvico.
Domina la base del movimiento: la actividad muscular
Entiende que significa cada concepto.
¿Qué es una inhibición en suelo pélvico??
Defensa del SNC que inhabilita los músculos agonistas (en este caso el elevador del ano), llevándolos a déficits de fuerza y/o atrofia.
En la práctica significa que el músculo inhibido generará menos actividad muscular que un músculo que no esté inhibido.
¿Qué es la ineficiencia suelo pélvico??
Defensa del SNC que entrega a músculos agonistas o sinergistas (en este caso el elevador del ano, el abdomen u otros músculos exopélvicos) un EXCESO de actividad muscular para producir una fuerza o movimiento.
En esta situación, tu paciente con mal control del suelo pélvico necesitará más actividad muscular que el paciente con buen control para realizar el MISMO movimiento.
La clave?️: cruza la fuerza del suelo pélvico con la actividad muscular para completar la valoración.
La fuerza o presión que ejerce el suelo pélvico la puedes medir con tecnología (manometría) pero también y si no dispones de ninguna herramienta de valoración, la podrías medir con tus manos usando la escala de Oxford.
Lo que está claro, es que con una sola variable pocas veces podremos ser precisos. Si cruzas información de varios tests conseguirás encajar todas las piezas del puzzle ? para:
Identificar al 100% su problema.
Elegir la mejor terapia acorde a su estado.
Individualizar un plan de ejercicios que de verdad tenga efectos en su recuperación.
3 PASOS PARA DETECTAR UNA INHIBICIÓN MUSCULAR FRENTE A UNA INEFICIENCIA ? (CRUZANDO FUERZA Y ACTIVIDAD MUSCULAR)
Paso 1: Evaluación de la fuerza del suelo pélvico.
Llega a tu centro una paciente con problemas asociados a su suelo pélvico. Supongo que será algo habitual para tí, evaluar la capacidad de contracción de la musculatura pélvica.
Justo eso es lo que harás en este primer paso, evaluar la fuerza en el suelo pélvico.
Con la paciente en decúbito supino, pediremos que realice 3 contracciones aisladas de su suelo pélvico, introducirás tus dedos en la cavidad vaginal y puntuarás la fuerza. Usa una escala Oxford modificada para conseguir datos sobre la presión y desplazamiento de los músculos del suelo pélvico:
- 0 / Cero: Presión y movimiento ausente o con inversión de la orden.
- 1 / Muy debil: Presión y movimiento muy debil o fluctuante (menos 5 cm).
- 2 / Débil: Aumento de presión y movimiento(menos de 7,5 cm).
- 3 / Moderada: Presión mantenida y aumento del movimiento (10-15 cm repetido 3 veces).
- 4 / Buena: Presión mantenida con resistencia y aumento del movimiento (17,7 – 22,8 cm 4-5 veces).
- 5 / Fuerte: Presión mantenida con fuerte resistencia y aumento del movimiento (mayor de 25 cm 4-5 veces).
Te lo voy a explicar con un ejemplo de una paciente real para que lo entiendas mejor.
Realizas un test Oxford y puntúas un 0 en la escala mostrada anteriormente en todos los haces del suelo pélvico. En tu primera hipótesis afirmarías que su suelo pélvico está inhibido y el foco debería estar en aumentar esa actividad. Pero, ¿qué ocurre si combinamos esta información con la actividad muscular? Vamos al paso 2.
Paso 2: Mide la actividad muscular al mismo tiempo.
Si mides la actividad muscular que produce su suelo pélvico derecho e izquierdo verás que:
El derecho apenas pasa de 5 a 9 microvoltios cuando le pedimos la contracción. Pero fíjate en el izquierdo.
Sin embargo, ¡El suelo pélvico izquierdo se activa de 15 a 35 microvoltios! Casi 3 veces más que su contralateral.
Paso 3: Cruza la información.
Fíjate como con un Oxford 0, el suelo pélvico derecho SÍ que presenta una inhibición, pero el izquierdo presenta un exceso de activación para no realizar ninguna presión.
ANTES ibas a centrar tus esfuerzos en aumentar la actividad del suelo pélvico en general para conseguir generar más fuerza….
AHORA debes equilibrar lado izquierdo y derecho, abordando con terapias de activación su suelo pélvico derecho e intentando disminuir su actividad del lado izquierdo con otro tipo de abordaje.
¿Qué terapias de relajación o activación puedes usar?
A continuación vas a conocer algunas terapias que se usan para la relajación o disminución de la actividad muscular en cualquier músculo. Depende de tu razonamiento clínico, tu experiencia y la propia situación de tu paciente, que uses unas u otras.
Terapias para disminuir la activación:
- Terapia manual. ?
- Ganchos miofasciales. ?
- Punción seca. ?
- Neuromodulación.?
Terapias para aumentar la activación:
- Electroestimulación. ⚡
- Ejercicio. ?
- Neuromodulación. ?
Por lo tanto Ineficiencia vs inhibición muscular…
Tener en cuenta sólo una única variable en tus decisiones es un error ⛔. Un déficit de fuerza puede tener origen en una inhibición muscular o en una ineficiencia de los músculos agonistas y sinergistas de esa articulación.
Tratar todas las lesiones igual es un modelo simplista y garantiza peores resultados.⛔
Ten en cuenta la actividad muscular para entender bien las lesiones de tus clientes y elegir el mejor plan de rehabilitación. ?
¿QUIERES ENTENDER EL CONTROL MOTOR DEL SUELO PÉLVICO?
Si has llegado hasta aquí, estás un paso más cerca de convertirte en un especialista en actividad muscular.