El entrenamiento de hombro posterior es fundamental, por la aplicación clínica que tiene en nuestros pacientes y por su transferencia en la vida diaria en gestos de pull cotidianos.
El problema principal es que es muy habitual compensar con otra musculatura traccionadora y provocar alteraciones en la sinergia, que puedan desencadenar lesiones.
Hoy aprenderás a dirigir selectivamente la actividad a la musculatura del hombro posterior, concretamente al deltoides, para elegir la estrategia motora en pull más útil para tus pacientes.
Los beneficios de entrenar adecuadamente la musculatura del hombro posterior son innumerables…
- Fortalecer la cadena braquial posterior.
- Estabilización glenohumeral en gestos de tracción y abducción horizontal.
- Equilibrar adecuadamente las sinergias de pull.
- Correcciones biomecánicas evitando hombros y cabeza adelantada.
- Prevención de lesiones dorsolumbares por exceso de coactivación.
- Beneficios estéticos por hipertrofia muscular que redondea el aspecto del hombro.
Pero sería un grave error reeducar exclusivamente la actividad de hombro posterior de forma global y no hacerlo de forma analítica.
Cada tipo de paciente va a precisar un refuerzo reeducativo diferente en función de los objetivos clínicos a perseguir.
Por ejemplo, es muy diferente un gesto de abdución horizontal con foco motor en la musculatura periescapular que en la glenohumeral.
Y más concretamente, es muy diferente aprovechar el torque traccionador del deltoides posterior que el de los trapecios o incluso el dorsal o infraespinoso.
Enfocado a la clínica, un paciente con dolor dorsal por debilidad de aproximadores de escápula, puede necesitar un adecuado foco en trapecio medio e inferior en gestos de tracción.
En cambio, en un síndrome doloroso de hombro por disfunción agonista-antagonista entre porciones del deltoides, podría ser muy interesante incentivar la activación del deltoides posterior.
Por cierto, en este post ya tenías una gran propuesta sobre qué ejercicio utilizar para activar al máximo el deltoides posterior y prevenir la aparición de dolor cervical:
Cómo entrenar el deltoides posterior para el manejo del dolor cervical>>
Por tanto, cada paciente es único y la estrategia de rehabilitación de la función también debería serlo.
Ahora surgen varias cuestiones:
- ¿Cómo saber qué estrategia motora es la más adecuada para dirigir la actividad a los trapecios o al deltoides posterior?
- ¿Cómo evitar las famosas sobrecompensaciones?
- ¿Hay alguna manera de optimizar aún más la activación del deltoides posterior?
Las respuestas las tienes en este estudio:
Protocolo de selección de ejercicios para deltoides posterior
Vamos a realizar una batería de pruebas en gestos de tracción con band pull hacia posterior escogiendo diferentes estrategias motoras y midiendo su impacto en la activación del deltoides posterior.
Los valores de actividad del deltoides han sido normalizados realizando previamente una prueba de capacidad máxima, a partir de la cual se expresará su actividad en la gráfica en porcentajes respecto de ese 100%.
Ejercicio 1: Tracción sin retracción escapular
El foco motor se dirige a hacer abducción horizontal glenohumeral.
- Se obtiene una media de actividad del 75% del deltoides posterior respecto de su máximo.
- Este ejercicio hace trabajar al deltoides en umbrales de fuerza-potencia.
Tracción con retracción escapular vs Ejercicio 1
El foco motor se dirige a juntar las escápulas mientras se hace el pull.
- La media de activación del deltoides posterior es del 45% en esta modalidad.
- Al comparar la actividad con respecto al ejercicio 1, se obtiene una activación menor.
- Este ejercicio hace trabajar al deltoides en umbral de fuerza.
Tracción con retracción escapular y 0º abducción vs Ejercicio 1
Cambiamos la estrategia motora modificando el rango de abducción y manteniendo el foco en retraer escápulas.
- La media de activación en esta modalidad es del 40%.
- Al comparar con el ejercicio 1, se obtiene de nuevo una activación menor.
- Esta modalidad también habilitaría a trabajar el deltoides en umbrales de fuerza.
Tracción sin retracción escapular +biofeedback vs ejercicio 1
Realizamos de nuevo el ejercicio 1, abducción horizontal con foco en glenohumeral, pero en esta ocasión utilizando el biofeedback visual de EMG.
- La media de activación de la modalidad biofeedback es del 80%.
- Es la única opción que refuerza y optimiza la actividad del deltoides posterior.
CONCLUSIONES
- Los ejercicios de tracción con band pull son una gran opción para dirigir actividad y fortalecer el hombro posterior.
- Es necesario reeducar de forma más específica el movimiento para poner el target en un músculo en particular, en función del tipo de paciente.
- La variante de tracción en abd horizontal con foco motor en la articulación glenohumeral es más efectiva para hacer trabajar al deltoides cerca de su capacidad máxima.
- El biofeedback EMG optimiza aún más el entrenamiento de este gesto.
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Nos vemos en el siguiente post.