Una diástasis no solo afecta la estética abdominal, sino que también puede provocar un deterioro funcional significativo, particularmente en la activación muscular adecuada del recto abdominal y el oblicuo interno.
Un déficit de activación muscular ocurre cuando un músculo se activa menos de lo que debería para realizar un movimiento.
La relación entre un déficit de activación del recto del abdomen y el oblicuo interno y la diástasis es significativa.
Estos músculos desempeñan roles cruciales en la estabilización del core y la integridad de la pared abdominal.
En este post vas a aprender a evaluar y comprender el déficit de activación de estos músculos abdominales en pacientes con diástasis.
Este método de evaluación no solo te ayudará a identificar estas deficiencias sino que también te permitirá implementar estrategias de rehabilitación más precisas y efectivas.
Déficit de activación del recto del abdomen:
La diástasis abdominal reduce la integridad y funcionalidad de la línea alba, el tejido conectivo que une los músculos rectos abdominales. Cuando este tejido se estira o se debilita, los músculos rectos abdominales no pueden contraerse de manera eficiente.
Esto se manifiesta en un déficit de activación, donde los músculos no responden con la fuerza o la rapidez habitual. Este déficit de activación contribuye a un ciclo de debilidad que perpetúa la separación de los músculos y disminuye aún más la función del core.
Este déficit puede traer consecuencias funcionales a tu paciente. Un déficit en el recto abdominal puede impedir realizar muchas actividades cotidianas, como levantar objetos, toser o incluso mantener una postura erguida.
Además, un core débil está menos preparado para distribuir las cargas de manera uniforme a través del cuerpo, lo que aumenta el riesgo de dolor lumbar y otras lesiones musculoesqueléticas.
Déficit de activación del oblicuo interno
La relación entre un déficit de activación del oblicuo interno y la diástasis abdominal es particularmente significativa debido a la función de estos músculos en la compresión y soporte del abdomen.
Los oblicuos internos, al estar situados lateralmente en el abdomen y cruzar diagonalmente hacia la línea media, son fundamentales para mantener la integridad estructural y la tensión de la línea alba.
Cuando estos músculos no se activan adecuadamente, la capacidad del cuerpo para mantener una presión intraabdominal apropiada se ve comprometida.
Esto puede exacerbar la separación de los rectos abdominales o impedir su recuperación, ya que los oblicuos internos, junto con los transversos del abdomen, normalmente actúan como un corsé natural que ayuda a estabilizar y proteger la zona media.
Además, un déficit en la activación de los oblicuos internos limita su capacidad para asistir en movimientos que requieren torsión y flexión lateral del tronco, lo que puede llevar a compensaciones en la postura y la mecánica corporal.
Estas compensaciones pueden aumentar el estrés en la pared abdominal y otras estructuras de soporte, como los músculos lumbares, llevando a un círculo vicioso de debilidad y disfunción muscular.
Si quieres tener una guía completa de todos los factores de riesgo asociados a encontrar un déficit de activación del oblicuo interno en tus pacientes, échale un vistazo a este post.
Criterios neuromusculares para evaluar la diástasis abdominal con electromiografía
Sigue estos criterios para evaluar una diástasis con electromiografía:
#1 Simetrías entre músculos
Se refiere a la relación entre la actividad del músculo izquierdo con respecto al mismo músculo del lado derecho. Es decir, para tener una buena simetría necesitamos encontrar:
Recto abdominal izdo = Recto abdominal dcho
Oblicuo interno izdo = Oblicuo interno dcho
#2 Sinergia esperada en movimientos de flexión de tronco
Cuando el tronco se flexiona, la sinergia esperada debe ser:
Recto abdominal > Oblicuo interno
#3 Sinergia esperada en ejercicios de planchas
En ejercicios de plancha abdominal, la sinergia esperada debe ser:
Recto abdominal y Oblicuo interno > Erector espinal
Casos reales: evaluamos a pacientes con diástasis abdominal
Fíjate en los siguientes ejemplos. Vas a aprender a utilizar los tres criterios anteriores:
Caso 1: Simetría entre músculos en un ejercicio de crunch abdominal
El oblicuo interno derecho se activa significativamente menos que el izquierdo. No cumple el criterio de simetría muscular. Por lo tanto, el oblicuo interno derecho tiene un déficit de activación ❌.
Sin embargo, entre los rectos del abdomen si encontramos una simetría óptima entre el recto del abdomen izquierdo y el derecho ✅.
Hallazgo principal: Déficit activación del oblicuo interno derecho
Caso 2: Sinergia alterada en un ejercicio de crunch abdominal
Si recuerdas la sinergia esperada en movimientos de flexión de tronco como el crunch (Recto abdominal > Oblicuo interno) y te fijas en los resultados, podrás comprobar rápidamente como:
El oblicuo interno izquierdo y el oblicuo interno derecho se activan más que los rectos del abdomen ❌.
Por lo tanto, los hallazgos que puedes encontrar aquí son:
Hallazgo 1: Déficit activación del recto abdominal izquierdo
Hallazgo 2: Déficit activación del recto abdominal derecho
Caso 3: Sinergia alterada en plancha abdominal
En una plancha abdominal, la sinergia esperada entre el abdomen y los músculos lumbares es: Abdomen > Lumbar.
Si te fijas en los resultados, puedes comprobar como:
Los erectores espinales se activan más que los oblicuos internos ❌.
Por lo tanto, los hallazgos que puedes encontrar aquí son:
Hallazgo 1: Déficit activación oblicuo interno izquierdo.
Hallazgo 2: Déficit activación oblicuo interno derecho.
Conclusiones
Es crucial abordar estos déficits de activación no solo para tratar la diástasis sino también para prevenir su ocurrencia o empeoramiento.
Un programa de ejercicios bien diseñado que incluya:
✅ Técnicas para mejorar la activación y fuerza de estos músculos
✅ Educación sobre cómo gestionar la presión intraabdominal.
✅ Utiliza la EMG para dirigir la activación de forma objetiva a los músculos abdominales..
Te ayudará a restaurar la función y la integridad de la pared abdominal.
Nos vemos en el siguiente post.