Descubre cómo guiar la rehabilitación usando esta info.
A menudo nos encontramos con pacientes que luchan con lesiones musculoesqueléticas persistentes o experimentan un progreso lento en su rehabilitación. Uno de los problemas subyacentes que a menudo pasan desapercibidos es la falta de comprensión de las diferencias entre las fases concéntrica y excéntrica del movimiento muscular.
Son dos aspectos esenciales del movimiento humano. Sin embargo, muchos profesionales no están completamente familiarizados con estas fases y pueden pasar por alto su importancia en la rehabilitación.
En este artículo, exploramos cómo la falta de comprensión de las fases del movimiento puede afectar negativamente la práctica de la fisioterapia y el entrenamiento y cómo adquirir un conocimiento más profundo de estas fases puede llevar a resultados más efectivos para tus pacientes.
La actividad muscular en la fase excéntrica y concéntrica de un movimiento es fundamental para entender cómo nuestros músculos se contraen y se relajan para generar movimiento.
Aquí tienes una explicación detallada y fácil de entender:
Fase concéntrica.
Durante la fase concéntrica de un movimiento, los músculos se acortan mientras generan fuerza para vencer la resistencia externa y producir movimiento en una dirección específica.
Por ejemplo, al levantar un peso en un curl de bíceps, la fase concéntrica ocurre cuando el bíceps se contrae para levantar el peso hacia el hombro.
Durante esta fase, las unidades motoras en los músculos involucrados se activan para generar tensión y acortar las fibras musculares.
Fase excéntrica.
En la fase excéntrica, los músculos se alargan mientras controlan el movimiento en contra de la gravedad o de una fuerza externa. Usando el mismo ejemplo del curl de bíceps, la fase excéntrica ocurre cuando el brazo baja el peso de regreso hacia abajo.
Durante la fase excéntrica, las unidades motoras también están activas, pero en este caso, el músculo está siendo elongado mientras resiste una carga externa. Esto implica un control del movimiento para evitar lesiones y mantener la estabilidad.
Aunque el músculo se alarga, todavía está generando fuerza para resistir la carga externa. Esta fuerza controlada ayuda a estabilizar la articulación y controlar el movimiento.
Ambas fases, concéntrica y excéntrica, son igualmente importantes para el desarrollo muscular, la fuerza y el rendimiento deportivo.
¿Por qué debes entender cómo se activan los músculos en cada fase? Atiende:
Comprender cómo cambia la actividad muscular medida con electromiografía en estas fases puede guiar tu enfoque en la rehabilitación y el entrenamiento.
Por ejemplo, si un paciente se está recuperando de una lesión de ligamento cruzado anterior (LCA), podrías incorporar ejercicios excéntricos para fortalecer los músculos estabilizadores de la rodilla y mejorar la capacidad de control durante la fase de aterrizaje de un salto.
Del mismo modo, en la rehabilitación de una lesión muscular, puedes utilizar ejercicios concéntricos para aumentar la fuerza y la capacidad de generación de potencia del músculo afectado.
Un ejemplo real: te presento a David, deportista amateur con lesión en los isquiotibiales.
Medimos la actividad muscular durante un ejercicio de peso muerto para entender cómo se activan sus isquiotibiales en este ejercicio antes de darle “el ok” de que está listo.
Durante la fase excéntrica del movimiento de flexión de la cadera (cuando descendemos), su EMG revela una actividad muscular desequilibrada y EXCESIVA en el bíceps femoral derecho.
Ahora puedes usar ejercicios que ayuden a controlar y reducir la actividad excesiva del bíceps femoral durante la fase excéntrica.
Por ejemplo, podrías usar una plataforma o discos para reducir la distancia que debe bajar el peso. Esto acorta el rango de movimiento y reduce la tensión en los isquiotibiales durante la fase excéntrica.
Gracias a esta estrategia personalizada, David logrará una mejoría notable. Fíjate cómo se reduce su actividad muscular cuando usamos esta estrategia:
David empieza a realizar movimientos excéntricos de manera más controlada, sin experimentar molestias y con un menor riesgo de nuevas lesiones.
CONCLUSIONES
Comprender cómo cambia la actividad muscular entre las fases concéntrica y excéntrica del movimiento te ayuda a diseñar programas de rehabilitación y entrenamiento más efectivos.
Al comprender las demandas específicas de cada fase, puedes seleccionar y prescribir ejercicios que se alineen mejor con los objetivos de tus pacientes.
Cuando entiendes cómo se activan los músculos en cada fase del movimiento, puedes identificar mejor las alteraciones musculares y abordarlas de manera más específica. Esto te permite personalizar los programas de tratamiento para satisfacer las necesidades individuales de cada paciente y optimizar su recuperación.
En resumen, al tener en cuenta las diferencias entre las fases concéntrica y excéntrica del movimiento muscular, puedes mejorar la eficacia de sus intervenciones y ayudar a tus pacientes a lograr una recuperación más completa y un rendimiento óptimo.
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Nos vemos en el siguiente post 🙂