El biofeedback es una técnica que permite obtener información sobre la capacidad funcional de un individuo. A través de procedimientos electrónicos, las señales fisiológicas se transforman en datos que pueden interpretarse mediante interfaces visuales.
Estos mecanismos de retroalimentación son muy útiles para mejorar la comprensión del comportamiento de algún órgano, sistema o músculo del cuerpo humano, así como para aprender a regular su funcionamiento de manera más adecuada (1).
En las últimas décadas, el biofeedback se ha utilizado ampliamente en diversos campos y es especialmente útil en contextos de aprendizaje y rehabilitación médica (2).
Un tipo de biofeedback de carácter visual sería la retroalimentación electromiográfica, una técnica no invasiva de autorregulación que utiliza electrodos de superficie para monitorizar las respuestas electromiográficas y opera a través de la información que el sujeto recibe sobre la respuesta EMG a la que desean someterse a un control voluntario.
Un aspecto interesante del biofeedback electromiográfico es que permite a la persona interactuar con la unidad de EMG en función de la información que se está monitoreando y las necesidades de la intervención. De esta manera, se puede regular voluntariamente el tono muscular de acuerdo con los objetivos perseguidos.
Así, se ha observado que esta técnica contribuye a ejercer un mayor control sobre la activación voluntaria del músculo y a adquirir una mayor conciencia de ello (3). Refuerza, por tanto, la llamada conexión “mente-músculo”.
En este sentido, la literatura científica ha demostrado que el biofeedback puede ser un procedimiento útil en el tratamiento de lesiones que afecten a diferentes estructuras en el sistema musculoesquelético, mejorando las perspectivas de recuperación funcional (4).
Una de las aplicaciones más habituales del biofeedback es monitorizar la actividad de la musculatura del hombro.
Los músculos periescapulares han sido estudiados ampliamente con el propósito de la prevención de lesiones y la pauta de rehabilitación en pacientes con hombros asintomáticos y sintomáticos. Esto incluye a pacientes sintomáticos con impingement o síndrome de pinzamiento del hombro y lesiones del manguito de los rotadores, las más frecuentes de esta articulación.
La escápula actúa como la base desde la cual se transfieren la fuerza cinética y la energía a los segmentos distales de la extremidad superior, especialmente en sujetos que realizan movimientos por encima de la cabeza.
De cara a prevenir o tratar lesiones de impingement por estrechamiento de espacio subacromial, es necesario encaminar la función muscular del hombro a aumentar este espacio.
Se sabe que durante la elevación humeral, es necesario una adecuada báscula externa e inclinación posterior escapular para no provocar fenómenos de conflicto de espacio. Durante la elevación máxima del húmero, la escápula normalmente rota hacia arriba (báscula externa) de 45 a 55 grados, se inclina hacia atrás de 20 a 40 grados y rota externamente de 15 a 35 grados (5).
La falta de un ritmo escapular adecuado, fenómeno conocido como discinesia escapular, aumenta la traslación de la cabeza humeral y altera la posición y el movimiento de la escápula tanto en aplicaciones estáticas como dinámicas. Provocaría, por tanto, una incapacidad del tubérculo mayor del húmero para poder pasar eficazmente por debajo del techo acromial en tales circunstancias.
Por tanto, si los movimientos normales de la escápula se ven interrumpidos por patrones anormales de activación muscular escapular, debilidad, fatiga o lesiones, el complejo del hombro funciona con menos eficiencia y aumenta el riesgo de lesiones.
Luego, un programa de rehabilitación del hombro debe hacer hincapié en lograr una adecuada activación en tiempos e intensidad de la musculatura encargada de llevar a cabo los dos gestos escapulares antes mencionados.
El serrato anterior, va a ser uno de los músculos a los que nos interesa monitorizar con EMG e impactar en su actividad con el biofeedback. La dirección de sus fibras le otorga un papel clave en el control de la rotación e inclinación escapulares durante el gesto de elevación (6).
El serrato anterior también ayuda a estabilizar el borde medial y el ángulo inferior de la escápula, evitando la rotación interna (alas despegadas) y la inclinación anterior de la escápula.
Además, los investigadores actuales han defendido que los músculos serrato anterior y trapecio inferior se reacondicionen incluso antes que los músculos del manguito de los rotadores en pacientes con síndrome subacromial. Sin embargo, los efectos de la intensidad del ejercicio en el acondicionamiento de estos músculos aún deben ser investigados (4) y el biofeedback podría ser de gran ayuda para lograr la dosis de carga adecuada.
El trabajo con biofeedback para la reprogramación escapulo-torácica ha reportado mejorías de activación del serrato anterior y del trapecio inferior, cuya co-contracción provoca un control óptimo del ritmo escapulohumeral (7).
En definitiva, la literatura científica avala la utilización del biofeedback como estrategia de tratamiento adecuada para mejorar el patrón motor de elevación del hombro en pacientes con síndrome subacromial.
¿Cómo utilizar un biofeedback en la monitorización del serrato anterior durante gestos de elevación de hombro que comprometan el espacio subacromial?
Caso real de activación del serrato
Paciente: Andrea M.J
Edad: 32 años
Antecedentes clínicos: fractura de la cabeza del húmero hace 10 años
Historial del dolor: una vez rehabilitada de su fractura, experimenta de forma recurrente dolor inespecífico en el muñón del hombro en gestos overhead, ante todo.
En la actualidad, dolor leve en gestos de elevación de hombro a partir de 80 grados cuando los hace de forma brusca o imprevista.
Exploración física:
- Discinesia escapular: exceso de elevación, inclinación anterior y borde medial escapular despegado en gestos de elevación, que aparece sobre todo en tests contrarresistencia.
- Limitación del rango de movimiento en los últimos grados de elevación.
Pruebas con EMG en el serrato
El objetivo es evaluar y dirigir el mayor porcentaje de actividad posible al serrato anterior en relación al trapecio inferior.
El componente protractor-abductor del serrato ha de predominar sobre el aproximador-retractor del trapecio inferior (8).
1 – Press de hombro – Sin biofeedback
Se le pide a la paciente un movimiento en amplio rango de press de hombro, primeramente sin la utilización de ningún feedback visual y con una carga ligera que le permita realizar todo el rango indoloro que tiene.
Objetivo: Línea azul (Serrato) > Línea roja (Trapecio inferior). NO LO CONSIGUE.
Sin el feedback visual, la paciente no logra que predomine la actividad del serrato respecto del trapecio.
2 – Press de hombro – Con Biofeedback.
Se siguen estas instrucciones:
- Se recuerda el ejercicio al paciente.
- Se le instruye en modificaciones posturales y cinemáticas sobre el movimiento, a nivel cervical, tronco, posición escapular o agarre muñeca-mano.
- Se le indica con claridad: “trata de lograr que la línea azul suba en la gráfica lo más posible”.
- Comprueba que cumple el objetivo con el biofeedback.
- Se deja que tome conciencia de en qué rangos y variables consigue su objetivo.
Objetivo: Línea azul (Serrato) > Línea roja (Trapecio inferior)
Con la ayuda del biofeedback y de las pertinentes modificaciones de variables posturales y cinemáticas que la paciente integra con éxito, logra cumplir el objetivo marcado.
La actividad del serrato predomina sobre la del trapecio inferior, lo que deriva en un mejor patrón de movimiento que prevenga conflicto de espacio subacromial y dolor.
CONCLUSIONES
- El biofeedback tiene aval científico suficiente como para ser utilizado como herramienta integrada con sistemas de medición.
- Se ha reportado eficacia del biofeedback integrado con EMG para la evaluación y tratamiento del síndrome subacromial.
- Correctamente utilizado consigue la actividad muscular deseada en los músculos diana, con la consiguiente mejoría del patrón motor resultante.
Y recuerda que puedes aprender realizar estudios con electromiografía como este, en una demo online gratuita con nosotros que puedes reservar aquí.
Nos vemos en el siguiente post.
BIBLIOGRAFÍA
- Morales-Sánchez, V., Falcó, C., Hernández-Mendo, A., & Reigal, R. E. (2022). Efficacy of Electromyographic Biofeedback in Muscle Recovery after Meniscectomy in Soccer Players. Sensors, 22(11), 4024.
- Pizzoli, S. F., Marzorati, C., Gatti, D., Monzani, D., Mazzocco, K., & Pravettoni, G. (2021). A meta-analysis on heart rate variability biofeedback and depressive symptoms. Scientific reports, 11(1), 6650.
- Christanell, F., Hoser, C., Huber, R., Fink, C., & Luomajoki, H. (2012). The influence of electromyographic biofeedback therapy on knee extension following anterior cruciate ligament reconstruction: a randomized controlled trial. Sports Medicine, Arthroscopy, Rehabilitation, Therapy & Technology, 4, 1-10.
- Dellve, L., Ahlstrom, L., Jonsson, A., Sandsjö, L., Forsman, M., Lindegård, A., … & Hagberg, M. (2011). Myofeedback training and intensive muscular strength training to decrease pain and improve work ability among female workers on long-term sick leave with neck pain: a randomized controlled trial. International archives of occupational and environmental health, 84, 335-346.
- Uhl TL, Carver TJ, Mattacola CG, et al. Shoulder musculature activation during upper extremity weight-bearing exercise. J Orthop Sports Phys Ther 2003; 33 (3): 109-17
- Escamilla, R. F., Yamashiro, K., Paulos, L., & Andrews, J. R. (2009). Shoulder muscle activity and function in common shoulder rehabilitation exercises. Sports medicine, 39, 663-685.
- Du, W. Y., Huang, T. S., Chiu, Y. C., Mao, S. J., Hung, L. W., Liu, M. F., … & Lin, J. J. (2020). Single-session video and electromyography feedback in overhead athletes with scapular dyskinesis and impingement syndrome. Journal of Athletic Training, 55(3), 265-273.
- Tsuruike, M., & Ellenbecker, T. S. (2015). Serratus anterior and lower trapezius muscle activities during multi-joint isotonic scapular exercises and isometric contractions. Journal of athletic training, 50(2), 199-210.