La rotación externa del hombro es un movimiento fundamental en el complejo articular del hombro, donde el brazo se gira hacia afuera desde el cuerpo, con el codo generalmente a 90 grados.
La rotación externa permite movimientos del brazo que son esenciales para tareas como alcanzar objetos detrás del cuerpo, abrochar un cinturón o vestirse, así como para realizar lanzamientos en deportes como el balonmano o la natación.
Este movimiento involucra principalmente músculos del manguito rotador y periescapulares como el infraespinoso, el redondo menor, supra, trapecio inferior, etc. La correcta funcionalidad de estos músculos es esencial para mantener la estabilidad del hombro y prevenir lesiones.
La salud de los músculos rotadores del hombro también ayudan a evitar el desgaste excesivo de los tejidos y estructuras de la articulación, lo cual es importante tanto en la prevención como en la rehabilitación de lesiones.
Entonces, si tienes pacientes con dolor de hombro, o pacientes que presentan una alteración del movimiento (menos movilidad, menos fuerza…) asociado a la rotación externa, la pregunta clave que deberás formular es:
¿Sabes qué músculos no están funcionando correctamente para que mi paciente pueda realizar la rotación externa con una buena calidad de movimiento?
En este post, vas a aprender a evaluar las sinergias musculares de una rotación externa de hombro para que puedas dirigir correctamente el tratamiento hacia los músculos que no funcionen al 100%.
Cuándo evaluar la rotación externa del hombro en un paciente
Será importante que valores la rotación externa del hombro de tus pacientes cuando se cumplan alguno de estos síntomas:
1. Dolor de hombro: Cualquier paciente que presente dolor de hombro, especialmente si se localiza en la parte posterior del hombro o se exacerba con movimientos que incluyan rotación externa, debería ser evaluado. Este dolor puede indicar problemas en los tendones del infraespinoso o del redondo menor, o una posible bursitis subacromial.
2. Limitación en el rango de movimiento: Si tu paciente tiene dificultad o dolor al realizar actividades que involucren rotar el brazo hacia afuera o levantarlo lateralmente, puede estar experimentando una limitación en la rotación externa. Esto es común en condiciones como el hombro congelado o la capsulitis adhesiva.
3. Trauma o cirugía previa: Los pacientes que han tenido traumas previos en el hombro o cirugías, como reparaciones del manguito rotador o intervenciones por inestabilidad del hombro, necesitan evaluaciones regulares de la rotación externa para monitorizar su recuperación y funcionalidad.
4. Desequilibrios musculares o posturales: Aquellos pacientes que presenten posturas anormales, como una pronunciada cifosis torácica o hombros proyectados hacia adelante, a menudo desarrollan restricciones en la rotación externa del hombro. Evaluar y tratar esta limitación es crucial para mejorar su postura y función global.
5. Personas que practican deportes de lanzamiento: Una evaluación de la rotación externa para prevenir lesiones por uso excesivo y para asegurar que mantienen un equilibrio muscular adecuado en el hombro será útil en este tipo de pacientes.
Músculos que más se activan en una rotación externa de hombro
Músculos que más se activan en una rotación externa de hombro
- 1. Infraespinoso. El principal motor de la rotación.
- 2. Deltoides posterior. Ayuda en el movimiento, especialmente cuando el brazo está en una posición abducida.
- 3. Supraespinoso. Ayuda a estabilizar la cabeza del húmero en la cavidad glenoidea.
- 4. Trapecio inferior. Contribuye a la rotación y estabilización de la escápula, que es esencial para permitir un rango completo de movimiento.
- 5. Trapecio superior. Su principal función es ayudar en la estabilización y posicionamiento adecuado de la escápula en conjunción con el trapecio inferior.
Por lo tanto, la sinergia esperada en una rotación externa de hombro es:
Infraespinoso >Deltoides posterior > Supraespinoso > Trapecio inferior > Trapecio superior
Aprende a valorar esta sinergia con casos reales:
Paciente con dolor de hombro (brazo con dolor)
En este paciente evaluamos el infraespinoso, el supraespinoso, el trapecio superior y el trapecio inferior de ambos brazos. Empezamos por el derecho:
Los resultados de activación revelan que el trapecio inferior es el músculo que más se activa, más que el infraespinoso y el resto de músculos, por lo tanto, tenemos una alteración de la sinergia.
Nos encontramos ante un déficit de activación del infraespinoso y un exceso de coactivación del trapecio inferior.
Por cierto, en el caso de que encuentres una alteración entre el supraespinoso y el trapecio superior, aquí te dejo un post con 5 ejercicios para fortalecer el supraespinoso sin exceder la activación del trapecio superior.
Paciente con dolor de hombro (brazo sano)
En este caso, cuando evaluamos el hombro sin dolor encontramos la siguiente sinergia:
El infraespinoso es el músculo que más se activa, seguido del trapecio inferior, el supraespinoso y el trapecio superior. Esto completa una sinergia eficiente para la rotación externa del hombro.
Para que lo veas más claro, si comparas la activación del infraespinoso en el hombro sin dolor y con dolor:
Infraespinoso izquierdo SIN DOLOR >> Infraespinoso derecho CON DOLOR
El infraespinoso se activa 1,5 veces más en el hombro sano.
Conclusiones
La rotación externa del hombro es, por tanto, no sólo un componente esencial de la movilidad del hombro, sino también un indicativo valioso de la salud general del hombro.
Y cuando encuentras dolor o una alteración en este movimiento, identificar qué músculos no funcionan correctamente te permitirá planificar tratamientos efectivos y seguir el progreso de la rehabilitación, asegurando que los pacientes puedan volver a sus actividades con normalidad y sin dolor.
La electromiografía de superficie te ayuda a valorar la función muscular y a guiar la rehabilitación para que tu paciente consiga mejores resultados.
Nos vemos en el siguiente post 😁
