Cómo valorar el patrón muscular de la cadera en pacientes operados

Fuerza, movilidad y estabilidad

Una operación de cadera implica cambios significativos en la biomecánica de tus pacientes, afectando directamente la fuerza, movilidad, y estabilidad de la cadera. 

Estos cambios pueden alterar la activación y función de músculos claves como el glúteo medio y el tensor de la fascia lata (TFL). 

Sigue leyendo este post porque tienes una guía para la evaluación y tratamiento de pacientes posoperatorios de cadera, enfocada en cómo valorar de forma objetiva el patrón muscular.

Impacto de la operación en la cadera

La operación de cadera trae consigo una serie de desafíos para el paciente, incluyendo disminución en la fuerza muscular debido a la inmovilización y falta de uso durante el período de recuperación.

Además, la movilidad de la cadera puede verse afectada por cicatrización e inflamación, así como por la necesidad de proteger la zona operada. 

La inestabilidad y el control motor inadecuado durante la marcha y otras actividades cotidianas pueden aumentar el riesgo de caídas y lesiones, afectando negativamente la alineación de la cadera y la pelvis y, potencialmente, provocando molestias en la zona lumbar y la rodilla.

Por ese motivo es fundamental evaluar capacidades físicas como la fuerza, la movilidad y la estabilidad y saber que músculos son los responsables de generar esas capacidades.

Este post está centrado en la sinergia glúteo medio y TFL. Te recomendamos consultar este otro post:

https://mdurance.com/blog/4-tipos-de-pacientes-para-valora-la-abduccion-de-cadera/

Evaluación de la fuerza muscular con una abducción isométrica

Evaluar la fuerza muscular es crucial para determinar cómo la operación ha impactado al glúteo medio y al TFL

La utilización de abducción isométrica permite identificar posibles desequilibrios en la fuerza entre el glúteo medio derecho e izquierdo, así como entre el glúteo medio y el TFL en cada lado. 

Observa estas gráficas. En la primera tienes la ejecución de una abducción isométrica de cadera con resistencia manual del lado izquierdo. En la segunda igual pero del lado derecho.

cadera

Estas gráficas indican un déficit de activación del glúteo medio derecho (100 uV) respecto al izquierdo (300 uV).

También indica alteraciones en la sinergia muscular (TFL derecho > Glúteo medio derecho), lo que requiere un enfoque personalizado en el tratamiento de rehabilitación.

Evaluación de la movilidad con una abducción dinámica de cadera

La movilidad de la cadera es otro aspecto crítico a evaluar tras una operación. La abducción dinámica ayuda a identificar déficits de movilidad para poder asociarlos con desequilibrios en la activación entre el glúteo medio y el TFL. 

Observa esta gráfica donde se realizan 4 repeticiones de abducción de cadera en decúbito lateral con cada pierna.

abducción de cadera

Se observa como el glúteo medio derecho tiene menos de la mitad de activación que el izquierdo. Aquí encontrarías un déficit de activación relacionado con la movilidad de cadera.

Estos hallazgos son esenciales para diseñar intervenciones específicas destinadas a mejorar la movilidad de la cadera, manteniendo o reeducando la sinergia muscular adecuada.

Evaluación de la estabilidad con una sentadilla unipodal

La estabilidad de la cadera durante actividades funcionales, como la sentadilla unipodal, es un indicador clave del control motor y la capacidad del paciente para soportar cargas de manera segura. 

Esta gráfica representa 5 repeticiones de una sentadilla unipodal.

De nuevo puedes observar como el glúteo medio derecho, aunque tiene mayor activación que el TFL, sigue alcanzando valores que apenas representan la mitad de la activación del glúteo medio izquierdo. 

La analítica muscular revela un déficit de activación del glúteo medio relacionado con una menor estabilidad de la cadera derecha, lo que informa sobre la necesidad de incluir estrategias de rehabilitación enfocadas en mejorar la estabilidad y el control motor de la cadera.

Por lo tanto

Identificar adecuadamente si existe un déficit de fuerza, movilidad o estabilidad es fundamental para aplicar la estrategia de rehabilitación correcta. 

Esto puede incluir aumentar la fuerza o la movilidad manteniendo la sinergia entre el glúteo medio y el TFL, o reeducar esta sinergia para asegurar un patrón de activación muscular óptimo. 

El objetivo es lograr una recuperación que no solo se enfoque en la simetría de fuerza y movilidad, sino también en la calidad del movimiento y la prevención de futuras lesiones.